Un claro cambio en la política exterior estadounidense hacia los conflictos en medio Oriente

La reciente decisión de la administración Biden de aprobar una venta de armas a Israel por 8.000 millones de dólares puede ser vista como un esfuerzo por reforzar la seguridad de un aliado clave en el Medio Oriente. Sin embargo, este movimiento también subraya la incertidumbre política en Estados Unidos, marcada por el regreso de Donald Trump al poder el 20 de enero. 

Bajo una administración liderada por Trump, se prevé que la política exterior hacia Israel y la región adopte una postura mucho más decidida y alineada con los intereses de seguridad, los cuales buscan estabilizar la región de medio oriente, la cual es constantemente desestabilizada por el accionar de grupos terroristas fundamentalistas como Los Hutíes, Hamás y Hezbolá

Una visión que busca la Estabilidad en medio Oriente el derecho de Israel a su legítima defensa

Israel enfrenta constantes amenazas de grupos como los Hutíes, Hamás y Hezbollah, Organizaciones terroristas dedicadas además a actividades criminales respaldada por Irán, que ha llevado a cabo ataques con misiles, atentados y secuestros de rehenes. Estas acciones no solo ponen en peligro la vida de civiles inocentes, sino que también desestabilizan la región. En este contexto, el apoyo de Estados Unidos es crucial para garantizar la capacidad de Israel de defenderse de estas agresiones.

Durante su presidencia anterior Donald Trump demostró un compromiso inequívoco con la estabilización del medio oriente y la consiguiente seguridad de Israel. Su administración reconoció a Jerusalén como la capital de Israel, trasladó la embajada estadounidense a esta ciudad y promovío los Acuerdos de Abraham, que establecieron nuevas relaciones diplomáticas entre Israel y varios países árabes. Estas medidas no solo fortalecieron la posición de Israel en el ámbito internacional, sino que también enviaron un mensaje claro a los grupos terroristas: Estados Unidos respalda firmemente a Israel en su lucha por la seguridad.

No obstante, la administración demócrata bajo Joe Biden había sido claramente favorable a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá imponiendo vetos de compra de armas a Israel. Estas acciones incluyeron restricciones en la venta de armas a Israel durante momentos críticos del conflicto con el grupo terrorista islamista. El reciente cambio de postura, aprobado en los últimos momentos de la administración Biden, es claramente un intento de evitar que los demócratas sean percibidos como un partido que toma decisiones favorables a organizaciones terroristas como Hamás, especialmente ante el inminente regreso de Donald Trump al poder.

Detalles del acuerdo

El paquete de armas incluye tecnologías avanzadas de defensa que reforzarán las capacidades militares de Israel. Aunque los detalles específicos del armamento no han sido divulgados por completo, se espera que incluya sistemas de defensa aérea, misiles guiados y otras herramientas clave para garantizar la protección de las fronteras israelíes.

Según analistas, este tipo de armamento podría ser utilizado para contrarrestar las amenazas provenientes de Hamás, Hezbollah y de los Hutíes, así como para reforzar la capacidad de disuasión de Israel ante posibles escaladas con Irán.

Una postura más agresiva frente a las amenazas

Con el regreso de Donal Trump el 20 de Enero al poder, se espera  adopte una política exterior más agresiva hacia las amenazas en el Medio Oriente. Esta postura podría incluir:

1. Incremento del apoyo militar a Israel: Ampliando la cooperación en defensa y asegurando que Israel tenga acceso a las herramientas necesarias para neutralizar a Hezbollah y otras milicias.

2. Presión sobre Irán: Intensificando las sanciones y desarticulando las redes de apoyo financiero y militar a grupos terroristas como Hezbollah y Hamás.

3. Reforzamiento de la disuasón: Permitida por un liderazgo que no teme tomar acciones decisivas para proteger a sus aliados, enviando un mensaje claro a los enemigos de Israel.

Esta política es un claro cambio de un enfoque más firme hacia las instituciones internacionales que,bajo la administración Biden han sido ineficaces y parciales en favor de Hamás y Hezbolá en su tratamiento de los conflictos en la región, con un tímido apoyo al legítimo derecho de defensa por parte de Israel a través del abastecimiento de armas que nutren su defensa y trabajo por acabar con organizaciones terroristas, con cuyo fin hay plena seguridad de estabilidad en Medio Oriente.

Impacto en la estabilidad regional

Si bien una postura más decisiva contra los grupos y organizaciones terroristas podrían intensificar las tensiones a corto plazo, también tiene el potencial de disuadir futuros ataques contra Israel y reducir el erradicar la presencia de organizaciones criminales y terroristas como Hezbollah y Hamás. La estrategia de "paz a través de la fuerza" que Trump abogó durante su mandato, podría servir como un modelo para abordar los desafíos de seguridad en el Medio Oriente.

Ya que Israel no solo tiene derecho a defenderse, sino que también enfrenta una amenaza existencial que requiere medidas proactivas. La historia reciente ha demostrado que la inacción frente a grupos terroristas como Hezbollah y Hamás solo contribuye en la desestabilización de la región, con el potencial de afectar la economía global si se destruyen por ejemplo pozos petroleros, como ha sucedido en varias ocasiones.

Conclusión

El regreso de Donald Trump al poder, el 20 de Enero, marcará un cambio significativo en la política exterior de Estados Unidos hacia Israel y el Medio Oriente. Una postura más firme y decisiva no solo reforzaría la seguridad de Israel, sino que también sentará las bases para una estabilidad duradera en la región, muy favorable para el desarrollo y prosperidad de los países árabes, dado que en tiempos de guerra, la inestabilidad por ataques terroristas impacta de forma contundente en el progreso y desarrollo de los países árabes que viven el islam de forma moderada alejada de interpretaciones extremistas y fundamentalistas, agregándole el hecho de que Frente a los ataques terroristas constantes de Hezbollah, Hamás y otros grupos terroristas, Israel tiene el derecho y la necesidad de defenderse, y el respaldo de una administración estadounidense decidida podría ser clave para garantizar su supervivencia y prosperidad en el futuro.